El Complejo Articular del Hombro: estructura y función
Muchos posts, blogs y publicaciones (incluyéndonos) hablan del hombro desde un punto de vista patológico: tendinitis, capsulitis, lesiones del manguito rotador, síndrome subacromial, etc.
Pero para comprender correctamente una lesión, primero debemos conocer la estructura y función de la articulación antes de quebrarnos la cabeza tratando de entender qué está mal.
El hombro: más que una articulación
Lo primero que debemos saber es que el hombro no es una articulación como tal, sino un
Complejo Articular.
Esto significa que está formado por una sumatoria de articulaciones que trabajan en conjunto como una unidad funcional compleja.
Solo gracias a la coordinación de todas ellas, el hombro logra ser la articulación más móvil del cuerpo humano.
Con una capacidad de movimiento de casi 360º, este complejo articular nos permite realizar la mayoría de los movimientos funcionales de la vida diaria:
comer, lavarnos los dientes, vestirnos o practicar deportes que exigen precisión técnica.
Su movilidad es extraordinaria, pero depende del equilibrio y control entre todas sus partes.
Las articulaciones que componen el hombro
Comúnmente se describe que el hombro está constituido por tres articulaciones sinoviales y una “falsa”:
- Esterno-clavicular: conecta el esternón con la clavícula y permite el movimiento de elevación y rotación del hombro.
- Acromio-clavicular: une la clavícula con el acromion, permitiendo la movilidad entre la escápula y la clavícula.
- Glenohumeral: es la principal articulación del hombro, responsable de la gran amplitud de movimiento del brazo.
- Escápulo-torácica (falsa): no tiene cápsula articular; se refiere al deslizamiento de la escápula sobre el tórax.
Algunos autores incluso consideran a la primera costilla parte del complejo articular del hombro,
debido a su estrecha relación con la clavícula y con el plexo braquial, responsable de la inervación de todo el miembro superior.
La importancia de la biomecánica global
Si analizamos el hombro desde el punto de vista biomecánico, debemos incluir también la participación de la columna cervical y dorsal, donde se insertan muchos músculos del hombro y que son esenciales para su movilidad.
Incluso la columna lumbar participa: los últimos grados de flexión máxima del hombro se logran gracias a una ligera extensión lumbar.
Todo esto nos muestra que el hombro no es solo la parte superior del brazo, sino un engranaje preciso y sofisticado, como un reloj suizo, en el que cualquier fallo puede desencadenar una de las patologías mencionadas al inicio.
Conclusión
Entender el hombro como un complejo articular es clave para prevenir y tratar lesiones de forma efectiva.
En próximos artículos profundizaremos en temas como el manguito rotador, el ritmo escápulo-humeral y la musculatura escapular, para seguir explorando cómo funciona este fascinante sistema.
Matías Balbontín Z.
Fisioterapeuta – FMF Sport Clinic
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