La fascitis plantar se describe comúnmente como un dolor en la planta del pie de carácter matutino, muy intenso durante los primeros pasos del día. Suele tratarse con remedios caseros como la pelota de tenis o la botella de agua congelada, además de ejercicios específicos para la planta del pie. 🦶❄️
¿Qué es realmente la fascitis plantar?
La fascia plantar es un tejido fibroso ubicado en la planta del pie, que va desde el calcáneo (talón) hasta la base de los dedos. Su función es similar a la cuerda de un arco: al caminar, se tensa con cada paso y, al impulsarnos, libera esa tensión para ayudar en la propulsión del movimiento.
Por eso, una de las causas más frecuentes de esta lesión es el cambio de calzado o zapatillas deportivas. Sin embargo, no es la única: también puede deberse a un aumento de la carga de entrenamiento, a la falta de fuerza o flexibilidad del tríceps sural (gemelos y sóleo), o a una escasa movilidad del primer dedo del pie. Todos estos factores alteran la mecánica del pie y pueden generar inflamación en la fascia.
Síntomas de la fascitis plantar
Los síntomas más comunes son el dolor y rigidez matutina, especialmente en la zona media del talón (presente en el 75% de los casos) y el arco del pie. Además, puede sentirse sensibilidad al presionar la zona o molestias al estar mucho tiempo de pie.
Diagnóstico de la fascitis plantar
Si sospechas que sufres esta patología, la mejor opción es realizar una ecografía que permita observar el grado de inflamación. Este examen, junto con una evaluación fisioterapéutica completa, ayuda a identificar la causa principal, ya que puede originarse por varios factores biomecánicos o posturales.
Tratamiento de la fascitis plantar
El tratamiento dependerá del nivel de inflamación, la causa predominante y el grado de limitación funcional. Puede incluir desde técnicas médicas intervencionistas como la ozonoterapia o infiltraciones de corticoides, hasta un abordaje fisioterapéutico con diatermia, masajes de descarga muscular (gemelos, flexor del hallux), y ejercicios de movilidad y fortalecimiento del tobillo y pie.
En definitiva, no existe una receta única para esta lesión, pero sí muchas **opciones terapéuticas eficaces** más allá de los clásicos remedios caseros. La clave está en un **diagnóstico correcto** y un **tratamiento personalizado** según las necesidades de cada paciente.