El síndrome subacromial es una de las molestias más comunes en personas que hacen deporte o realizan actividades que implican movimientos repetitivos de los hombros. Es una de las principales causas de dolor en esta articulación, y aunque suele afectar más a las personas mayores, también le puede pasar a los más jóvenes y a quienes practican deportes.
¿Qué es el síndrome subacromial?
El síndrome subacromial ocurre cuando el espacio bajo el acromion (parte superior de la escápula) se ve afectado. Las estructuras que pasan por ahí, como los tendones del manguito rotador y la bursa subacromial, se comprimen o se inflaman. Esto genera dolor y limita el movimiento del hombro. 💥
Cuando ese espacio se reduce, por inflamación o por cualquier otro motivo, los tendones y la bursa se ven comprometidos, lo que provoca dolor, debilidad y dificultad para hacer cosas cotidianas, como levantar el brazo o cargar peso. 🏋️♂️
Causas comunes del síndrome subacromial
Las causas del síndrome subacromial son varias, pero las más comunes son:
- Movimientos repetitivos: Hacer ejercicios como nadar, levantar pesas o trabajos que te obligan a levantar los brazos constantemente pueden poner en tensión el hombro y reducir el espacio subacromial.
- Envejecimiento: Con el tiempo, los tendones del hombro se pueden desgastar y pierden flexibilidad, lo que aumenta las probabilidades de tener este problema.
- Lesiones traumáticas: Un mal golpe, una caída o un accidente pueden afectar el hombro y producir el síndrome subacromial.
- Alteraciones posturales: Si tienes una mala postura al caminar o al trabajar, puede que termines afectando el hombro y reduciendo el espacio subacromial. 🧍♂️🧍♀️
- Anatomía: Algunas personas nacen con una forma del acromion que reduce el espacio, lo que las hace más propensas a este problema. 🦴
¿Qué síntomas tiene?
Los síntomas pueden ser leves o graves. Los más comunes son:
- Dolor en el hombro: Suele ser más intenso cuando levantas el brazo o lo mueves por encima de la cabeza. El dolor también puede irradiar hacia el brazo o la espalda.
- Debilidad muscular: Puedes sentir que el brazo afectado está más débil, especialmente cuando intentas levantar algo o hacer fuerza.
- Dificultad para mover el brazo: El rango de movimiento del hombro puede verse limitado, lo que te dificulta hacer actividades diarias.
- Chasquidos o ruidos: Algunas personas sienten o escuchan “clics” o “chasquidos” al mover el brazo.
- Dolor nocturno: A veces, el dolor empeora por la noche y puede interrumpir el sueño.
¿Cómo lo diagnostican?
Para el diagnóstico se evaluará la historia clínica y los síntomas del paciente, además de realizar un examen físico. A veces, también se hace un examen más detallado con pruebas de imagen como:
- Radiografías: Para ver el estado de los huesos y descartar otros problemas.
- Resonancia magnética (RM): Para ver los tejidos blandos, como los tendones y la bursa.
- Ecografía: Es útil para ver inflamaciones y problemas en los tendones.
¿Cómo se trata?
El tratamiento depende de cuán grave esté el problema, pero lo más común es:
- Descanso y evitar movimientos que duelan: Si haces actividades que empeoran el dolor, es importante hacer una pausa. El descanso ayuda a reducir la inflamación. Además, puedes aplicar hielo.
- Medicamentos antiinflamatorios: Medicamentos como el ibuprofeno pueden ayudarte a calmar el dolor y reducir la inflamación.
- Fisioterapia: Hacer ejercicios con un fisioterapeuta puede ser muy útil para recuperar el movimiento y fortalecer el hombro.
- Infiltraciones: Si el dolor es muy fuerte, el médico puede ofrecerte infiltraciones de corticoides, PRP, ozono… para reducir la inflamación y el dolor.
- Cirugía: En casos más graves, cuando los tratamientos no funcionan, se puede necesitar cirugía. Una opción es la artroscopia, que es una cirugía mínimamente invasiva.
¿Se puede prevenir?
Aunque no siempre se puede evitar, sí puedes hacer algunas cosas para reducir el riesgo:
- Evitar movimientos repetitivos: Si haces actividades que requieren usar mucho el hombro, trata de descansar cada cierto tiempo.
- Fortalecer los músculos del hombro: Hacer ejercicios de fortalecimiento puede ayudar a mantener el hombro en buen estado.
- Mantener una buena postura: Tener una postura correcta mientras caminas o trabajas puede prevenir muchos problemas en los hombros.
Preguntas frecuentes sobre el síndrome subacromial
1. ¿Es una afección grave?
No siempre. En la mayoría de los casos, se puede tratar con reposo, fisioterapia y medicamentos. Sin embargo, si no se trata o se deja pasar mucho tiempo, puede afectar mucho la movilidad y la calidad de vida. En casos graves, puede necesitar cirugía.
2. ¿Cómo sé si tengo síndrome subacromial?
El principal síntoma es el dolor en el hombro, especialmente cuando levantas el brazo o lo mueves por encima de la cabeza. Si tienes dolor constante, debilidad o dificultad para mover el brazo, consulta a un médico para que te haga un diagnóstico adecuado.
3. ¿Puede mejorar sin cirugía?
Sí, casi siempre mejora con tratamientos conservadores, como reposo, fisioterapia y medicamentos. Solo en casos más graves se considera la cirugía.
4. ¿Puedo seguir haciendo ejercicio?
Lo ideal es evitar actividades que empeoren el dolor o que involucren movimientos repetitivos del hombro. Pero, si lo haces con cuidado y con la orientación de un fisioterapeuta, hay ejercicios que pueden ayudarte a fortalecer el hombro sin empeorar el problema.
5. ¿Qué tipo de tratamiento es más efectivo?
Depende de cada caso, pero en general, los antiinflamatorios y la fisioterapia suelen ser los más efectivos para reducir el dolor. En algunos casos, las infiltraciones pueden aliviar los síntomas.
6. ¿Cuánto tiempo tarda en curarse?
Varía según el tratamiento y la gravedad. La mayoría mejora en unas semanas o meses con reposo y fisioterapia. En casos graves, la recuperación puede ser más larga. Si se requiere cirugía, la recuperación puede tomar varios meses.
7. ¿Se puede prevenir?
No siempre, pero hacer ejercicios para fortalecer el hombro, mantener una buena postura y evitar movimientos repetitivos puede reducir el riesgo.
8. ¿Puede volver después del tratamiento?
Si no se resuelven las causas subyacentes, como los movimientos repetitivos, es posible que vuelva. Pero con una buena rehabilitación y siguiendo las recomendaciones médicas, muchas personas logran evitar que regrese.
9. ¿Es más común en personas mayores?
Sí, el síndrome subacromial es más común en personas mayores debido al desgaste natural de los tendones. Pero también les pasa a los jóvenes, especialmente a los que practican deportes o realizan trabajos con el hombro.
10. ¿Puedo hacer ejercicio con el síndrome subacromial?
Si tienes este síndrome, es mejor evitar ejercicios que te hagan daño. Pero, si lo haces con cuidado y con la orientación de un fisioterapeuta, hay ejercicios que pueden ayudarte a fortalecer el hombro sin empeorar el problema.